¿MAMA, PORQUE LLORAS?

Empezamos a entrenarnos para llevar el Evangelio a las familias que han sufrido el trauma de perder a un ser querido a través de homicidio. Hace aproximadamente un mes, tuvimos una misa especial para las familias. Fue la primera vez en la historia de la parroquia que algo de esta natura se había hecho. La iglesia estaba llena. Cuarenta familias llegaron con fotos de su hijo, hija, madre, tía, tío, padre, etc. Vinieron y encendieron una llama de la vela del cirio pascual. Se anunció el nombre del difunto, escuchavan la hermosa campana sonando a rebato, y les impusieron las velas al pie del cirio pascual.
Durante todo esto, nunca pensé en la Pietà. Pensé de Nuestra Señora de La Salette. Pensé en cuanto esta liturgia  era apropiada  al momento historico que estamos viviendo. También era el momento justo después del atentado en Boston cuando el niño, Richard Martin, 8, murió en la explosión de la bomba. Me sentia tan confortable teniendo la afligida madre de La Salette en mi mente y en mi corazón.
Hace dos semanas, empezamos a preparar la Feria de los ministerios ejercidos  en nuestra parroquia. Este es un momento en que todos los líderes y ayudantes de la parroquia se reúnen en la iglesia, situada en las cabinas con una mesa y entretienen las preguntas de los feligreses que salen de la iglesia y les ofrecen la oportunidad de participar volontariamente en las tareas que son easenciales para dar un impacto a la vida espiritual de la iglesia en el mundo. En la lona de La Salette se encuentra la tabla proporcionada por el nuevo departamento llama atención a las familias que han perdido a un ser querido a manos de otro ser humano. Belle y yo nos preguntábamos que imagen íbamos a usar  como un símbolo de este ministerio único?  Isabel y yo oramos y pensamos en ello y después de un rato, decidimos que la imagen de la Pieta, que comparte un espacio en nuestra casa con la madre de La Salette en llanto sería una buena fuente de inspiración para los visitantes curiosos investigando los nuevos ministerios que se están preparando.  Poderia que hagan de este ministerio el suyo.
Llega la mañana del domingo. Este es el Domingo de Pentecostés. La iglesia está llena cada Misa, a l'excepción de la misa de 6:30 AM, por supuesto. Después de la misa, salí de la iglesia después de ofrecer a Dios unos minutos entre las conversaciones con los posibles miembros de la comunidad laica de La Salette. Lo que me di cuenta? Allí, justo en frente de mí estaba la Madre de Dios sosteniendo a su hijo muerto. Alla estava, masiva, impresionante, tranquila, fuerte, suave, y ni una sola lágrima en los ojos o en la mejilla. Este golpe espiritual era una lengua de fuego que encendió la mecha de mi corazón.
María no es conocida por su llanto. Los evangelios nos presentan a Jesús con lágrimas en dos ocasiones. María, ni siquiera una vez. A lo largo de la historia iconográfica, Mary llorando no es la norma. Pero La Salette es su actitud llorosa que está en pantalla completa. María llora por él, por su Hijo. María llora de frustración que no hemos dado a su hijo en obediencia como deberíamos. El propio Miguel Ángel, muestra la resistencia de la madre con el Salvador del mundo sobre sus rodillas. No es un engano en la vista. A La Salette, mamá pierde la compostura y llora de tristeza a causa del abuso que constantemente estámos dando a su Hijo. Ella llora de frustración para los constantes argumentos que se ve obligado a hacer por nosotros, y para tan poco resultado. Ella está llorando de verdad azotando su hijo recibe de nuestro deseo pecaminoso. Esto es lo que le duele. Tomó todos estos siglos antes de que pudiera aparecer en frente de sus hijos en un estado tan lamentable.
En este día, bajo el sol del sur de California, en el patio de la parroquia, bajo los auspicios de sus misióneros predilectos y especiales, María reinaba, alta y con los ojos secos por un lado y por otro lado, afirmó su amor coragioso a través de su lágrimas. Este parroquia tiena el apoyo espiritual  que necesita para llevar gran logro a esta nueva forma de ministerio que ofrecera   comodidad a las víctimas y rendera gloria a nuestro Padre Celestial.